domingo, 10 de agosto de 2008

The Last Shadow Puppets: La reinvención de Alex Turner

Música para adolescentes inspirada en los 70's.

Este es el nuevo proyecto de Alex Turner y Miles Kane (Arctic Monkeys y The Rascals respectivamente).
The Last Shadow Puppets se formo en Agosto de 2007, recientemente editaron bajo el sello Domino su disco debut "The Age of the Understatement" que nos remite a la música que se grababa en los años 60's y 70's, quizas porque crecieron escuchandola.




Lo más destacado del material es la participación de la London Metropolitan Orchestra, bendito capricho cumplido para Alex Turner: ¿qué rocker puede tener a una orquesta a su servicio para materializar sus antojos musicales?; y de la mitad de Simian Mobile Disco en la bateria.

En la historia de la humanidad, los adolescentes siempre han sido tachados como insuficientes para la sociedad. La edad de la modestia, donde las reglas están impuestas y no hay vuelta atrás: “¡O creces o creces!”. La cuerda floja que se cruza entre los juguetes y los portafolios. Pero ¿Qué pasa cuando no se quiere cruzar la cuerda?, ahora existe ese limbo, de veinteañeros que no se pueden llamar adultos. El último álbum de los Last Shadow Puppets, The Age of the Understatement es un escrito sobre los sentimientos confundidos de la post-adolescencia, rodeado por un marco barroco y el aura de la rebeldía de la casi extinta generación Barbarella.

Es interesante poder comparar el sonido de las bandas de donde salen estos frescos veinteañeros. Tanto The Rascals como The Arctic Monkeys juegan con la rebeldía contemporánea y expresan la vida joven en un mundo digitalizado y caótico en el que viven, mediante canciones con exhilarantes y adrenalínicos versos. Pero este talentoso dueto, Los Last Shadow Puppets, llevan este el ‘espíritu de sus tiempos’ dentro de una máquina del tiempo con el año 1968 en la consola, la cual es impulsada por la London Metropolitan Opera, con James Ford como capitán/productor del disco. “Creo que es un lanzamiento más, muestra un lado diferente de lo que podemos hacer musicalmente, no hay más que eso,” cuenta Miles, con un apuesto acento británico. “Teníamos canciones que escribimos juntos, las tocamos entre nosotros y nos dimos cuenta de que encajaban en el proyecto, musicalmente, fue inspirada por un proceso natural, el sonido en su propio mundo”.

¿A qué suenan estas canciones de romance contrastado con un saturado color naranja, en un rollo carcomido por el paso de los años? A un retro de botines, sacos largos, y lentes obscuros en un set de película donde los colores dominantes son el negro, el blanco y el pálido color de piel de aquellos que no buscan la felicidad debajo del sol, si no en sótanos oscuros, con incienso de caoba, colchones en el piso y una guitarra acústica como la droga mas fuerte.


Este álbum tiene de todo, desde las canciones hechas a la medida para programas películas donde resuenan balazos y cabalgatas épicas en el corte homónimo al disco “The Age of the Understatement”, carta de presentación del dúo. O los programas dominicales en televisiones a blanco y negro con “Meeting Place” y “Standing Next to Me”, su segundo sencillo. Las canciones para escenas de persecución en automóviles Citroën DS color pastel, como “In my Room”, hasta las canciones para extrañar a esa niña con botas a go-gó como “My Mistakes Were Made for You”.


The Age of the Understatement es un álbum que cuenta con 12 canciones que bien podrían ser el soundtrack de la película que narrara los años de un joven James Bond. Temas que crean una fusión entre un rock británico con el sello de un indie crudo, envuelto dentro de un retro elegante. Suficiente para agitar, pero no mezclar. Lo mejor, es que sí se está planeando un segundo lanzamiento, y aunque no hay fecha cercana, bien se dice que hay que esperar para lo que vale la pena.

La portada muestra a una enigmática modelo, híbrido entre American Apparel, con el fantasma de Twiggy y el típico recargado delineado de la época. Queda patente que incluso una generación que parecía irrumpir en los dos miles con gallardía y con ganas de componer su propia historia, debe recurrir a las memorias de generaciones perdidas par saber “Qué salió mal”.

Con este proyecto queda más que evidenciado que Alex es un genio de la música contemporánea, siendo capaz de tener proyectos que no son similares entre sí. Se reinventó y encontró una renovación musical, dejando claro que los británicos son los mejores músicos. Hegemonía que inició en los años 60's.

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