domingo, 23 de agosto de 2009

ARCTIC POST: HUMBUG REVIEW

Luego de un par de años de descanso, Arctic Monkeys regresan con un disco balanceado y maduro, es diferente a los trabajos anteriores, atrás quedaron ya los riffs de “The View From The Afternoon” y ” Brianstorm”, con un sonido aún juvenil y por momentos estresante.

Este álbum cuenta con más melodías tranquilas y letras más personales, según dijo Alex Turner. Un punto a destacar es que el tiempo que pasaron en el desierto se ve reflejado en el sonido que ahora tiene la banda, más crudo y por momentos ácido, el bajo ahora tiene más peso y la batería también, los solos de guitarra ahora son más largos y consistentes, en definitiva estamos ante un trabajo que es un paso a la madurez en el sonido de la banda.

El track abridor “My Propeller” puede parecer irreconocible comparado con la fuerza de los trabajos anteriores, sin duda a primera instancia parece que bajaron la intensidad, pero a medida que corren los minutos el disco se va tomando forma, canciones como el primer sencillo “Crying Lightning” y “Potion Approaching” son por demás poderosas y remiten al rock de antaño (El riff de Potion Approaching es muy parecido a Very Ape de Nirvana) y se puede percibir la atmósfera del desierto, “Secret Door” y “Cornerstone” son claros ejemplos del rumbo que está tomando la banda actualmente.

“Fire And The Thud” tiene una atmósfera oscura y claramente es una lírica más personal, se escucha “The day after you stole my heart, everything i touched told me, It would be better shared with you”. Esa fue una característica en Humbug, lo cual hizo que al querer encontrar significado o razones a las canciones resulta difícil identificar de qué se tratan, desde el título que significa enemil cosas.
“Dance Little Liar” habla sobre un mentiroso (tal y como lo indica) y es una de las canciones que mejor forma han tomado en vivo, producida por Josh Homme.

Los temas más fuertes del álbum son “Pretty Visitors” y “Dangerous Animals”, con riffs poderosos y beats que emiten la energía de QOTSA, y “Pretty Visitors” da paso al último track; “The Jeweller’s Hands”, no es el clásico final para un disco de Arctic Monkeys, ya que los fans pueden recordar los finales anteriores (A Certain Romance y 505) y la fuerza que poseen.

En definitiva un buen disco que seguramente estará en las listas de lo mejor del año en varios sitios y revistas, no es el sonido definitivo que adoptarán, seguirán experimentando y sorprendiendo a propios y extraños, pero mientras eso pasa, han entregado un trabajo digno de por lo menos buenas críticas, ahora que lo han presentado en vivo continúa la constante de lo bien que son interpretando ante el público.

Mis impresiones de Humbug son buenas, no por nada Arctic Monkeys es la mejor banda de la década.